«Los ojos obsidianos y su conducto de información del mundo se extienden y resbalan desde los brazos hasta las puntas de los dedos, pero estos ojos no terminan en la piel, la piel, órgano extenso, se convierte en pieles múltiples que van más allás del tú y del yo, posibilidades de multiplicidad de mí misma». No dejes de leer el artículo completo sobre la exposición de Donna Huanca en el MAZ en TERREMOTO.